Aquellos que sepan de negocios y finanzas seguramente estarán familiarizados con el concepto de margen de beneficio: simplificado, son las ganancias que tendremos una vez hayamos descontado los gastos que se hicieron en todo el proceso. Lo ideal para una empresa es que el margen de beneficio sea amplio y satisfactorio, pero a la hora de la verdad, muchas acaban hechas un embrollo y terminan preguntándose, ¿Cómo gestionar el margen de beneficio de una empresa?
Estamos aquí para responderte esta pregunta, aunque primero deberíamos ahondar en el tema con más detalle. Todo negocio es una especie de inversión, y como inversión conlleva gastos, que a la larga deberían proveernos de ganancias que amortigüen los gastos y nos dejen un beneficio mayor a la cantidad de recursos que invertimos.
Teniendo en cuenta esto, es necesario que desde un principio la empresa tenga planeado ya el negocio entero, especialmente la parte de cuánto va a gastar, y la cantidad neta de dinero que busca obtener del negocio. Todo eso se deduce a través de varias operaciones matemáticas, de cuyos resultados uno de los más importantes es el margen de beneficio que la empresa posee, ya que este margen es el que vuelve a la empresa rentable.
Sobra decir que la condición del éxito en este caso es un margen que permita obtener cantidades significativas de dinero. Y que es mejor no iniciar una empresa o negocio cuyo margen de beneficio sea menor al de los gastos; tampoco es recomendable llevar a cabo un negocio con un margen de beneficio positivo, pero pequeño, ya que entonces el esfuerzo puesto en ello apenas valdría la pena.
Todo esto suena sencillo y lógico. Sin embargo, es más fácil decirlo que hacerlo, y muchas empresas son incapaces de encontrar un equilibrio que les permita obtener un margen de beneficio que les otorgue buenas ganancias. Muchas tienen ideas equivocadas acerca de los negocios, o son incapaces de adaptarse a las exigencias de un mercado en perpetuo cambio.
Por eso en este artículo ofrecemos algunos consejos que pueden ayudarte a gestionar de manera más eficiente tu empresa. No hacen milagros, es cierto, pero proponen buenas ideas que puedes usar como punto de partida para construir un negocio más rentable. Si estás interesado en eso, entonces nuestro primer consejo es que sigas leyendo este artículo.
¿Cómo gestionar el margen de beneficio para aumentar la rentabilidad de la empresa?
Recuerda: el objetivo principal de una empresa es hacer más dinero del que ya hace o, dicho en lenguaje económico, aumentar la rentabilidad de la empresa. Para esto es necesario gestionar de forma eficiente el margen bruto; si sabes cómo hacerlo, entonces aumentar la rentabilidad se te hará mucho más sencillo. Con ese objetivo, a continuación te ofrecemos algunos consejos que te ayudaran a gestionar mejor el margen de beneficio de tu empresa.
Consejo 1
Aumenta el precio de lo que vendes. Si has estudiado un poco de marketing, entonces seguro que este consejo te suena como una excelente opción para ahuyentar a los clientes. Al fin y al cabo, lo que buscan los compradores son precios acomodaticios, y un producto que es más caro que los demás no se ve precisamente atractivo.
Sin embargo, no se trata de simplemente aumentar los precios, sino aumentar el valor del producto. Nos referimos a implementar mejoras que aumenten la calidad o se hagan al producto más atractivo. Aquí tienes un ejemplo: vas a comprarte un reloj y ves que hay dos exactamente iguales, pero uno es más caro que el otro. Te decidirías por el que es más barato, ¿no?
Ahora imagina que el reloj más caro es a prueba de agua, tiene GPS, medidor de pulso, visión nocturna y vete tú a saber que más. Parece que ahora vale la pena el precio, ¿verdad? Pues de eso se trata. Hay muchos clientes allá afuera que buscan productos de calidad en vez de cosas genéricas, y eso es algo que tú podrías aprovechar.
Siguiendo por la misma línea, puedes especializar tus productos para que vayan dirigidos a consumidores de nicho, o sea un grupo de compradores más reducido, pero dispuesto a pagar por productos que no se encuentran en cualquier parte.
Consejo 2
Haz algo de estudio de mercado. Esto es básico. Toda empresa que viva de vender sus productos debe hacer un estudio de mercado antes de lanzar un nuevo producto: esto les permite ver las tendencias del mercado, y la mejor forma de aprovecharlas para incrementar las ventas.
Si crees que es pertinente, puedes incluso ofrecer nuevos tipos de productos que difieran de lo que vendes normalmente. Esto es especialmente beneficioso si tus productos normales no tienen mucha variedad: de esa forma puedes explotar otras áreas del mercado.
Pero ten cuidado, asegúrate de que todos los productos que vendas se complementen entre sí; que posean cierta coherencia. Quiero decir, no tiene mucho sentido vender trampas para osos si tu empresa se dedica a fabricar paraguas.
Consejo 3
Sé más estricto con la gestión de inventario. El viejo dicho de «no muerdas más de lo que puedes tragar» se aplica aquí. No compres productos ni materiales de más, que al final no vayas a vender y que suponga una perdida para ti. Quédate solo con lo necesario.
Consejo 4
Haz una buena mezcla de ventas. Similar al consejo 2: si vendes dos productos diferentes, asegúrate que estos se complementen entre sí. Un ejemplo sería vender cepillos de dientes y dentífrico. Si al comprar uno, el cliente se siente tentado de comprar el otro, entonces verás un aumento en tus ganancias.
Consejo 5
Implementa la atención al cliente. Si haces esto, entonces la relación entre la empresa y el cliente se volverá más personal. Este último se sentirá atendido y valorado, lo que puede mejorar bastante tus calificaciones y reseñas de usuario.
Consejo 6
Pequeños descuentos. Hacer descuentos no es perder dinero. Como ya dijimos antes, lo barato tiende a verse atractivo, y si vendes un producto de buena calidad y encima más barato de lo usual, entonces es más probable que tus clientes dejen de buscar alternativas, y hagan sus compras exclusivamente contigo.